Las parlamentarias
peruanas. Luz Salgado Rubianes, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores,
Alejandra Aramayo Gaona; María Elena Foronda Farro y Luciana León Romero,
coincidieron que la corrupción debe ser combatida en diferentes aspectos dentro
del Estado de cada país. Fue durante el III encuentro de la Red del Parlamento
Abierto de ParlAméricas - Perú 2018, que se desarrolló en el Congreso de la
República. Las legisladoras
integraron el panel que trató el tema "El rol de la mujer parlamentaria en
la lucha contra la corrupción".
La primera en intervenir fue la presidenta
de la Mesa de Mujeres Parlamentaria del Congreso, Alejandra Aramayo, quien
señaló que el Congreso Peruano aprobó una ley de Reforma Constitucional sobre
la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en el país, y explicó que
la persona que agravia al Estado no podrá refugiarse en un sistema jurídico con
ciertas precariedades para eludir a la justicia.
“Necesitamos que se
identifique a estos responsables de estos delitos y que sea sancionado
ejemplarmente. El impacto de la corrupción debilita la democracia y sigue
siendo un problema estructural que impide el desarrollo de las Américas”,
expresó.
Informó que según
las cifras de la Defensoría del Pueblo, la corrupción le cuesta al Perú más de
12 mil millones de soles al año, es decir, perdemos 10 millones de dólares por
día, un monto que representa casi un 10% del presupuesto anual. Esta
pérdida es 3% superior al total del presupuesto destinado al sector salud,
denunció.
“La Organización de
las Naciones Unidas (ONU) dice que la pobreza en el Perú aún tiene rostro de
mujer porque formamos parte de los sectores más pobres de la sociedad, donde
las consecuencias de la corrupción afectan con mayor impacto. El debate está
abierto, creemos que la mujer tiene una especial responsabilidad para combatir
la corrupción por su formación ética y la presencia innata de los valores.
Por ello, habría que incidir en una cultura de valores”, sostuvo.
En tanto, la
presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Luz Salgado, indicó que si
un 10% del presupuesto nacional se va en corrupción, se evita que el Estado
destine ese dinero en dar servicios de educación y salud.
“Si bien la
corrupción ataca a los más pobres, hay una consecuencia peor, que es la pérdida
de credibilidad en los políticos, en los funcionarios y en los ciudadanos en
general y esto se acentúa porque la población cree que coimear o recibir algo,
es natural y esa es una conducta que debemos romper y desterrar.
Lamentablemente, agregó, esa cultura que está enraizada en nuestros países que
nos ha puesto al borde de una crisis”, indicó.
En otro momento,
dijo que las mujeres deben marcar la diferencia, aunque la corrupción ataque a
hombres y mujeres, sin embargo, señaló que desde el Congreso se viene
trabajando una cultura de honestidad con una mirada diferente.
“En 1987 se aprobó
el proyecto de la cuota de mujeres que en un 25% la participación de las
mujeres en la política, proyecto de mi autoría. Esta norma se dio porque no
queríamos que los partidos políticos nos tomaran como acompañante, sino que las
mujeres podamos ser parte de la política y hasta la fecha no hay participación
mayoritaria de las mujeres, no porque los partidos no quieran, sino porque hay
muchas mujeres que no desean participar en política porque tiene miedo de ser
víctimas de persecución”, expresó.
La congresista
María Foronda Farro señaló que desde su bancada siempre han tenido una práctica
de llevar adelante sus acuerdos contra la lucha de la corrupción, y que los
problemas del país tienen que ver con el modelo estructural.
“Desde la bancada
del Frente Amplio estamos impulsando iniciativas para luchar frontalmente
contra la corrupción. Una de ellas es la imprescriptibilidad contra la
corrupción y otra iniciativa legislativa es que nunca más los corruptos puedan
ejercer un cargo público, y necesitamos una reforma urgente trascendental de
los partidos políticos para que no utilicen fondos privados que después se
convierta en un compromiso”, explicó.
Por su parte, la
congresista Luciana León, indicó que para consolidar la democracia en la
región, según dijo es fundamental la participación política. “Ello garantiza un
Estado que respete y dé soluciones a nuestras demandas más urgentes como la
erradicación de la violencia física, psicológica y sexual contra nosotras”,
expresó.
Por otro lado, dijo
que en las manos de las mujeres está concretar esas tareas “es urgente
participar en todos los espacios públicos, sin temor a ser acosadas o agredidas
de ninguna forma. Juntas podemos lograrlo”, enfatizó.
Dijo que desde el
Congreso viene apoyando una serie de medidas contra la corrupción y para
empoderar el rol político de la mujer. “Por ejemplo, hemos respaldado la
modificación de la Ley Orgánica de Elecciones Regionales y Municipales, para
impedir que condenados por delitos de corrupción postulen a cargos públicos”,
indicó.
La asambleísta ecuatoriana
Ana Belén Marín, dijo que las mujeres en la política son fundamentales.
“Nosotros hemos construido históricamente la Asamblea Nacional y hemos
aprobados la ley en contra de los paraísos fiscales y la reforma del Consejo de
la ciudadanía, así como leyes que salieron de un referéndum por una consulta
popular”, sostuvo.
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